El jueves...Ave nocturna en Sport

Alguien me dijo que este iba a ser mi año...no sé si acabará siendo cierto, pero lo sea o no, lo que sí que va a ser es el año de los cambios y del estrés constante. El jueves, nuevo giro laboral: regresamos al Sport y esta vez se supone que es para quedarme. Aunque claro, no todo iba a ser tan perfecto e idílico, no señor. ¿El truco? La ubicación y el horario...es lo que tiene no ir enseñando el busto femenino a todos los directores ni liarse con futbolistas para conseguir exclusivas. Pero es lo que hay, cada una es como es y no se puede pretender ser de otra manera. Así que toca ir a continuidad, eso sí, con el mejor jefe que uno puede tener en la redacción, pero con un horario que me convertirá en ave nocturna hasta quién sabe cuándo: de 6 de la tarde a 1 de la madrugada, estupendo, ¿verdad?. Se tratará de encargarse de coordinar el cierre, ayudar a las secciones que vayan mal de tiempo y bla, bla, bla. Pero bueno, se supone que hay que empezar de cero si se quiere ser honesta y no recurrir a las malas artes de mujer que tan mal nos dejan en esta sociedad. Así que paciencia, dejar los dos curros actuales que por horario son imposible de compatibilidad, sacarse el carnet de coche en un plis y mientras, hacerse amiga de los autobuseros nocturnos, que se conviertirán en parte importante de mi nueva vida...¡Así como quieren que encuentre al hombre de mi vida! XD.

En fin, mucha motivación y paciencia...

Fortunately the rumours are true...they come back!

Espectacular, inolvidable...así fue el pasado 20 de octubre. Una fecha imposible de borrar ya de la memoria. Once años después, Take That visitaba Barcelona y ahí estábamos nosotras, las primeras de la cola con nuestra entrada. Seis meses de espera y el miedo a sufrir una decepción con los cuatro chicos de Manchester ahora convertidos en maduritos muy, pero que muy atractivos. De momento no hay fotos que demuestren lo que digo, pero si la sensación de volver a la infancia y vivir un momento mágico. A la gente les cuesta entender nuestra emoción, pero aunque todo haya cambiado desde ese 1996, Take That siempre formará parte de nuestra infancia-adolescencia. Marcó una etapa y ya era hora de poder gritarla a los cuatro vientos, jejeje. Ese Back for Good (sí señores, y de que manera han vuelto) o ese Never Forget no tienen precio. Tampoco la sorpresa 'dance' de la noche con Give good feeling y Sure, el piano de Gary con I'd wait for life o la 'alegría' de ver a Howard deslizándose por una barra de stripper. ¡Qué 39 años más bien llevados!

Todo lo que se pueda decir se queda corto, como las dos hora y algo que duro El Concierto, lamentablemente difícilmente habrá otro. Tan grande, pero tan efímero. Gracias Take That por protagonizar una de las mejores noches de mi vida y gracias a vosotras, la gracia de todo esto estaba también en poder disfrutar en compañía de las antiguas Take Thaters. Jessi, Marta, Mónica...hay que quedar para las fotos y para rememorar viejos tiempos!!!

Los lunes de octubre

Mi intención era titular este post con el recurrente título de Amaral "no quedan días de verano", pero para eso ya llegamos un poco tarde...y es que este ha sido un verano muy intenso, demasiado diría yo, a nivel laboral y no ha habido tiempo para nada más que para currar y disfrutar del veranito y los mojitos. Roma, San Sebastián, Festes de Gràcia, Sport, Hotel Ra...que lejos queda todo ya. Pero el otoño, aunque no haya empezado con buen pie, promete mucho más y aquí estaremos para intentar contarlo!