
Espectacular, inolvidable...así fue el pasado 20 de octubre. Una fecha imposible de borrar ya de la memoria. Once años después, Take That visitaba Barcelona y ahí estábamos nosotras, las primeras de la cola con nuestra entrada. Seis meses de espera y el miedo a sufrir una decepción con los cuatro chicos de Manchester ahora convertidos en maduritos muy, pero que muy atractivos. De momento no hay fotos que demuestren lo que digo, pero si la sensación de volver a la infancia y vivir un momento mágico. A la gente les cuesta entender nuestra emoción, pero aunque todo haya cambiado desde ese 1996, Take That siempre formará parte de nuestra infancia-adolescencia. Marcó una etapa y ya era hora de poder gritarla a los cuatro vientos, jejeje. Ese Back for Good (sí señores, y de que manera han vuelto) o ese Never Forget no tienen precio. Tampoco la sorpresa 'dance' de la noche con Give good feeling y Sure, el piano de Gary con I'd wait for life o la 'alegría' de ver a Howard deslizándose por una barra de stripper. ¡Qué 39 años más bien llevados!
Todo lo que se pueda decir se queda corto, como las dos hora y algo que duro El Concierto, lamentablemente difícilmente habrá otro. Tan grande, pero tan efímero. Gracias Take That por protagonizar una de las mejores noches de mi vida y gracias a vosotras, la gracia de todo esto estaba también en poder disfrutar en compañía de las antiguas Take Thaters. Jessi, Marta, Mónica...hay que quedar para las fotos y para rememorar viejos tiempos!!!
No comments:
Post a Comment