Un cuarto y quinto puesto fue el botín que Javier se trajo de Oviedo. No está mal para ser el primer año en la categoría de promesas. Aunque al final se quedó cierto regusto amargo, el bronce en las dos pudo ser una realidad.
Pese a que los horarios de 60 y 200 metros no son buenos si quieres competir en las dos pruebas, las semifinales directas en la distancia corta permitió que corriera en ambas carreras. Con la gorra nos colamos en semis de 200 metros y con marca personal (22:59) en la final a seis del doble hectómetro. Aunque el oro estaba ya adjudicado para un muchacho del Carrefur Lleida (22:26 y de tercer y último año) y la plata complicada, el bronce entraba dentro de las posibilidades...aunque para eso había que esperar hasta el domingo. El domingo, las piernas no respondieron al broder como debían y el bronce (22:50) se escapó. Una marca que, en plenas condiciones, era asequible.
Y es que, por mucho entreno y hielo milagroso, la tensión y cansancio de las cuatro carreras del sábado, pasan factura. 45 minutos después de las semifinales del 200, vinieron las semifinales de los 60 metros. Una carrera de infarto: tres series, clasificaban los dos primeros de cada una y los dos mejores tiempos y en la de Javier, el mejor promesa y el que fue el mejor júnior el año pasado en Zaragoza. 27 corredores, 15 de ellos aproximadamente en menos de una décima y aquí el hermano entre los ocho finalistas. Quedó tercero en su serie, que fue la más rápida, y el mejor tercero le valió para entrar (7:04). En la final y, tras un nulo de Mariscal que puso más nerviosos a los atletas, un quinto puesto y una marca de 7:05. La salida esta vez se resistió y los primeros metros marcaron la diferencia con el resto. El bronce (7:00) se escapó por un suspiro, es lo que tienen las carreras de siete segundos. Le faltaron los 40 metros del hectómetro para derrotarlos y subir al cajón. Una buena salida le habría dado el tercer metal, pero la velocidad es lo que tiene.
Una chapa habría sido increíble como el bronce en San Sebastián, pero los resultados de Oviedo ya están bien. Primer año y entre los mejores, compitiendo con atletas dos años mayores y mucho más curtidos...además, lo importante viene al aire libre y ahí seguro que ni los metales ni los absolutos se resistirán. El seleccionador nacional ya está al tanto, eso siempre es positivo...que me quiero ir unos días de vacaciones a Hungría, jejeje.
PD: Con o sin medalla, mi hermano es todo un campeón!
Sunday, February 04, 2007
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About Me
- Laura Ramos
- Periodista deportiva y redactora del diario Sport / Colaboraciones esporádicas de Javier Ramos, velocista
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